
Las moléculas químicas de los fármacos no sólo tienen que resultar efectivas contra las enfermedades, sino también ser lo bastante fuertes para ir del lugar por donde entraron al cuerpo hasta donde tienen que actuar. Como el cuerpo dedica muchos esfuerzos a perseguir y destruir cosas que están donde no deben -ya se trate de moléculas, virus, bacterias o incluso células errantes del mismo cuerpo-, no es proeza fácil diseñar fármacos capaces de lograrlo.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta la investigación en NANOMEDICINA lo constituye el desarrollo de terapias farmacológicas dirigidas específicamente a los tejidos enfermos, evitándose daños potenciales en células sanas adyacentes. La nanotecnología, una joven disciplina científica que empieza a hacerse un hueco en los centros de investigación más prestigiosos de todo el mundo, ofrece soluciones imaginativas para lograr tratamientos más selectivos. Las nanoestructuras que se investigan en el Laboratorio de Nanotecnología INNN-UAM son altamente innovadoras para tratar el cáncer. Cuando lleguemos a la terapia del cáncer idonea se habrá resuelto uno de los grandes problemas del mundo. Esta sería aquella capaz de desempeñar las siguientes funciones: reconocer las células cancerígenas, diagnosticar el tipo de cáncer, descargar el fármaco en las células enfermas, indicar la concentración del fármaco en el tumor´o catalizar las células malignas para crear apoptosis sin dañar las benignas (NANOMEDICINA CATALÍTICA) e informar sobre el nivel de destrucción de células cancerígenas (con NANOBOTS). En nuestro laboratorio ya se han obtenido nanoestructuras capaces de desempeñar tres de las funciones citadas, y están siendo testadas 'in vivo' en una línea celular C6. Posteriormente se trabajará con perros inoculados con células de tumores GBM humanos para finalmente pasar a seres humanos






